lunes, 23 de mayo de 2011

Cambio de aires

Cuándo me siento un poco baja de ánimos lo que me gusta es hacerme un cambio de look o hacer una escapada a algún sitio, para poder pensar en mi situación y como puedo cambiarla.
Esto es lo que hice hace ya 5 años. Estaba en un punto de mi vida en el que tenía que hacer un cambio, un cambio importante. Me cambié de look y cogí un avión con destino Italia: mi año Erasmus.
Primero pasé ese fin de semana de finales de Octubre con mi hermana en Barcelona




y el Lunes por la noche estaba aterrizando en Reggio Calabria, en la punta de la bota. Una ciudad chiquitina, donde los edificios se caían a trozos (parte de la fachada de mi casa se cayó un día), donde no había agua potable (y en mi casa era salada), pero que desde el minuto uno me enamoró.




Fue uno de los años más importantes de mi vida, me conocí a mi misma y vi hasta donde podía llegar.
Conocí a mucha gente y no sólo estudiantes, aprendí el idioma rápidamente, estudié y conseguí mi primer trabajo. Y por mi me hubiese quedado allí, en esa ciudad tan pequeña y bonita.
Yo vivía al lado del museo, dos calles más arriba del corso y tres del paseo marítimo, desde el cual se veía Sicilia. Es decir, tenía la heladería Cesare al ladito de casa.


Gracias a la gente con la que tuve la suerte de convivir, toda, sin excluir a nadie, conocí un mundo que no era sólo el de estudiantes, sino el día a día de cualquier persona. Compartí cena familiar (que en Italia es difícil que te metan en casa) y victorias del Inter, veladas de Jazz en La Sosta



fiestas Erasmus, viajes a sitios increíbles:
SCILLA

SIRACUSA


GERACE


CATANIA



Allí aprendí a hacer sangría y aprendí como se hace la masa de la pizza, aunque no me aventuré a hacerla yo....jijiji



No puedo dejar de mencionar el único pub que tenía ron Brugal y que era muy original:



Y por último, dejar constancia del rinconcito andaluz en Reggio. Gracias a todos los que me habéis hecho la vida más fácil allí, italianos, portugueses, españoles de todos lados y mi australiana favorita...de corazón muchas gracias. No quiero poner nombres ni fotos de ellos pero están siempre en mi mente y en mi corazón, todos, sin excepción, porque para bien o para mal me han enseñado a crecer.